Pieloplastia

La pieloplastia termina con la revisión de la hemostasia. Lavamos generosamente el campo con suero fisiológico y aspiramos bien para eliminar la orina que se haya acumulado en el interior del abdomen. Colocamos un drenaje por el trocar de 5 mm de fosa iliaca. Sacamos los trocares bajo visión directa y cerramos el orificio del […]

La sutura de la plastia de reconstrucción pieloureteral es el mayor desafío de la pieloplastia. Cada detalle previo en la disección del uréter y la pelvis, en la sección de la pelvis y en la espatulación del uréter contribuye a la correcta ejecución de la plastia. Las habilidades necesarias para su realización incluyen la ejecución

La anatomía normal de la pelvis es característicamente cónica o en forma de embudo, dirigida hacia el uréter de forma continua, sin obstrucciones. Esta anatomía favorece el paso de la orina al uréter en el momento en que llega la onda peristáltica pieloureteral, iniciando el “bolus urinario” que será impulsado hasta la vejiga. El funcionamiento

La espatulación del uréter por laparoscopia no es fácil. Cómo el uréter está móvil y en laparoscopia tenemos la limitación de movimientos impuesta por el instrumental, tenemos que realizar una serie de movimientos muy reglados para realizar una espatulación precisa, sin errores. Lo primero que hacemos es comprobar que el uréter llega bien a la

Una vez identificados el uréter y/o la pelvis renal los objetivos a cumplir incluyen: Separación del uréter y la vena gonadal. Disección ascendente del uréter hasta la UPU Disección de la pelvis Localización de la estenosis Identificación de la causa de la estenosis Para la disección del uréter, comenzamos realizando una ventana por debajo que

Los objetivos de está fase de la cirugía son: Abrir el peritoneo desde la zona del pedículo renal hasta por debajo del polo inferior del riñón. Movilizar el colon y su meso siguiendo el plano avascular Identificar y exponer la pelvis renal, la unión pieloureteral y el uréter así cómo un posible vaso o pedículo polar. Todas

Introducimos la óptica (0º o 30º) y exploramos la cavidad abdominal con el objetivo de identificar las referencias anatómicas y descartar la presencia de adherencias. Buscamos la silueta del riñón e intentamos visualizar la pelvis renal. Esta última se reconoce mejor por transparencia si existe dilatación y no se ha colocado un catéter doble J

Por tratarse de una cirugía reconstructiva intentaremos colocar el menor número de trocares y del menor diámetro posible para conseguir un buen resultado estético. No obstante, si es necesario añadir nuevos trocares para realizar adecuadamente la cirugía nunca dudamos en ponerlos. El número mínimo estándar sería 3 trocares: un trocar óptico de 11 mm y

El acceso lo realizamos con minilaparotomía e inserción de un trocar de Hasson. La localización más común del trocar de la óptica es umbilical, buscando los mejores resultados cosméticos con una buena visualización. Alternativamente se puede utilizar una localización en la línea pararrectal a la altura del ombligo. El acceso con aguja de Veress o

Posición de decúbito lateral clásica Colocamos el/la paciente en posición de lumbotomía (decúbito lateral) y la mesa plana o ligeramente en flexión (Figura 1.1 y 1.2).Generalmente no hace falta forzar la flexión de la mesa pues con el paciente plano se realiza bien la cirugía. No obstante, en algunos pacientes sí es necesario dar más